La Leyenda del locro de papas

El origen del locro de papas.

Un cuento que nos permite conocer leyendas y tradiciones de nuestro país para que nuestras nuevas generaciones ,fortaleciendo así nuestra identidad cultural 

Había una vez un hombre muy solo y muy triste, en las tardes llegaba a su casa y el pobre se ponía a llorar. Una colibrí que volaba en las flores cercanas escuchó el llanto del pobre hombre, volando se posó en su ventana y se puso a pensar como consolarlo. Al día siguiente el hombre triste se despertó y fue a trabajar.

La colibrí entro a la casa volando y se convirtió en una hermosa doncella, miro que las paredes , los pisos, los platos y la ropa estaban sucios, sucísimos. La colibrí convertida en hermosa doncella, todo el día lavo, limpio, tendió,sacudió, barrió, hasta que todo reluciente dejó. Al atardecer el hombre triste regresó, su casa limpia encontró, pero no le importó solo lloró y lloró.

Toda la noche la colibrí pensó como quitarle la tristeza a este ser humano, al día siguiente al marcharse el hombre triste, la colibrí entro volando a la casa y fue directito a la cocina, cocinó unas papitas, un rico tostado, molió ají hasta hizo algo de chicha . En la tarde el hombre regresó a su casa, como siempre con una cara bien larga, pero apenas atravesó la puerta el puro aroma le sacó una gran sonrisa. Feliz como no lo estuvo en mucho tiempo se sentó a comer todo calientito, bien rico. Mientras comía pensaba, ¿ Quién será que tan rico cocinaba?.

 Durante varios días esta historia se repetía, el hombre ya no tan triste todos los día llegaba y encontraba su rica comida. Un día la colibrí como todas las mañanas esperaba a que el hombre se marchara para convertirse en mujer y preparar la comida.

El hombre curioso por saber quién cocinaba todos los días se había ocultado tras unos árboles, se acercó hasta la ventana de su casa y miró una hermosa doncella poner coles, zanahorias, cebollas y papas directito en la olla. Yo atraparé a esta mujer y así la tendré para mí siempre, amarrare para que nunca se pueda escapar, dijo el hombre. Con fuerza abrió la puerta y en dos pasos llegó a la cocina.

 La doncella asustada dio un salto y se convirtió en colibrí, quien al ver al hombre tan lanzado del susto puso un huevo que cayó en la sopa, la colibrí salió volando por la ventana para no volver jamás y el hombre se convirtió en el primer ser en probar un locro de papas.

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